Miradas que pierden el brillo

Ser maestra es una profesión muy hermosa, cada día que vivo cerca de los niños es un regalo de eternidad, una oportunidad de aprender, reaprender y desaprender. Sin embargo, también tiene sus lados tristes, porque me enfrento directamente a la naturaleza humana en su forma más pura y genuina. Esa naturaleza que no siempre es … Sigue leyendo Miradas que pierden el brillo